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Trump y su estocada contra Temu y Shein: sus tasas se triplican

Donald Trump rubricó ayer un decreto que triplica las tasas de importación por las que se rigen en Estados Unidos las compras de pequeño importe en plataformas como Temu y Shein.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China se recrudece por momentos y todo apunta a que será el consumidor quien termine pagando en último término el pato en una batalla absolutamente feroz en la que los principales contendientes no parecen tener ninguna intención de bajar las armas. Después de que la semana pasada Donald Trump anunciara aranceles del 34% a las importaciones procedentes de China, Pekín no se arredró y respondió a Estados Unidos aprobando también aranceles del 34%. La respuesta de las autoridades chinas sentó a cuerno quemado a Trump, que el pasado lunes se apresuraba a anunciar aranceles adicionales del 50% sobre los productos llegados a Estados Unidos desde China (lo que eleva a la postre los gravámenes del 34% al 84%, y del 84% hasta el 104% si tenemos en consideración otros dos impuestos adicionales del 10% que el actual inquilino de la Casa Blanca aprobó en febrero y marzo respectivamente).

Sin embargo, las andanadas de Trump contra China no se detienen aquí ni mucho menos y ayer rubricó un decreto que triplica las tasas de importación por las que se rigen en Estados Unidos las compras de pequeño importe en plataformas como Temu y Shein. Esta medida es una estocada potencialmente mortal para Temu y Shein, que en los últimos años han protagonizado un crecimiento absolutamente meteórico allende los mares. De acuerdo con el decreto aprobado ayer por Trump, los envíos procedentes de China que tengan un valor igual o inferior a los 800 dólares estarán sujetos a tasas de importación equivalente al 90% de su valor o 75 dólares por envío (una cantidad que se elevará hasta los 150 dólares a partir del próximo 1 de junio).

De acuerdo con una orden ejecutiva aprobada la semana pasada por Trump y encaminada a acabar con la denominada exención «de minimis» (que es la que ha permitido prosperar en último término a Temu, Shein y otros retailers chinos en suelo estadounidense), ese tipo de envíos (emancipados hasta hace poco de cualquier tipo de gravamen en Estados Unidos) iban a ser gravados inicialmente con tasas del 30% o 25 dólares, por lo nuevo decreto del presidente triplica de facto esas cifras.

Las nuevas tasas de importación que Estados Unidos aplicará a partir del próximo 1 de junio a envíos con un importe inferior a los 800 dólares procedentes de China constituyen un durísimo golpe para Temu y Shein. El mercado más importante para ambos retailers es, no en vano, Estados Unidos, donde en los últimos años ambas compañías han podido imponerse fácilmente sobre retailers locales gracias a los precios imbatibles de sus productos y también a la exención «de minimis» de la que disfrutaban hasta hace poco las compras de pequeño importe procedentes de China.

Las nuevas tasas de importación que Estados Unidos impondrá a las compras de pequeño importe procedentes de China prometen sacudir con fuerza el negocio de Temu y Shein

Aunque tanto Temu como Shein llevan preparándose desde hace tiempo para la erradicación de la exención «de minimis» que les ha permitido hasta ahora echar copiosos brotes verde en Estados Unidos, las nuevas medidas de la Administración Trump zarandearán inevitablemente con fuerza los modelos de negocio de ambas compañías y se traducirán también probablemente en una ralentización de los plazos de entrega de los envíos procedentes China. Brittain Ladd, experto en cadenas de suministro, anticipa que habrá probablemente una sobrecarga de paquetes procedentes de China en los puertos estadounidenses.

Aun cuando el Departamento de Comercio ha puesto en marcha un nuevo sistema de software para gestionar el pago de las tasas de importación asociadas a compras de pequeño importe, parece que seguirá habiendo retrasos, pues «el volumen de paquetes que hay procesar es enorme», enfatiza Ladd en declaraciones a Financial Times.

La mayor parte de los artículos que Shein vende en su tienda online se fabrican en China. Y si bien el retailer ha tratado de diversificar su cadena de suministro apostando por proveedores adicionales sitos en Brasil y en Turquía, tales proveedores no habrían podido igualar en eficiencia y diligencia a los partners de Shein en China.

Por otra parte, Trump y su nueva y agresiva política arancelaria contra China podría poner palos en las ruedas al próximo debut bursátil de China, que lleva desde hace tiempo tratando de estrenarse en la bolsa en Londres, donde su estreno ha sido demorado ya en varias ocasiones.

En el último año los beneficios de Shein se habrían contraído más de un 30%, en parte por culpa de su feroz batalla contra Temu, que habría obligado a la compañía a dar fuelle a sus gastos en marketing y logística.

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