La startup española fundada por Darío García gestiona más del 90?% de la publicidad de fintechs con influencers en Instagram en España y apuesta por campañas de largo recorrido, contenido con valor real y ética en un sector aún inmaduro.
Darío García, CEO y fundador de Flake Agency, no tiene el perfil típico de publicista. Formado en neurobiología y con años de experiencia en laboratorios, dio un giro profesional durante su doctorado en Bruselas y fundó, junto a su hermano, una agencia que en apenas cuatro años ha cambiado las reglas del influencer marketing en el sector fintech. «La curiosidad por el comportamiento humano y la necesidad de resolver problemas complejos fue lo que me empujó a emprender. La comunicación financiera no estaba funcionando, y decidimos profesionalizarla», resume.
Desde su creación en 2021, Flake ha multiplicado por cinco su facturación, pasando de 450.000 euros en 2022 a una previsión de 2,3 millones en 2025, y ha gestionado más de 450 campañas para 150 clientes, incluyendo bancos, brókers, plataformas de inversión y aseguradoras. Pero más allá de los números, Flake Agency se ha convertido en una referencia operativa y ética: no sólo representa a creadores especializados, sino que reescribe guiones, asesora sobre cumplimiento normativo, analiza resultados y optimiza cada detalle para maximizar la conversión.
Con un equipo 100?% interno y especializado en estrategia de contenidos, adaptación de mensajes a nuevas audiencias y análisis de datos, la agencia lidera el 90?% de la inversión en Instagram por parte de fintechs en España. «No hacemos de intermediarios, transformamos campañas para que funcionen. Y si algo no va a dar resultados o no cumple con la regulación, lo decimos», señala García.
El caso Equito: de los 7 meses a las 2 horas
Uno de los ejemplos más claros del enfoque de Flake es el caso de Equito, una plataforma de inversión inmobiliaria que permite financiar propiedades desde 100 euros. Cuando empezaron a trabajar juntos en 2021, el primer inmueble tardó siete meses en financiarse. Hoy, algunas propiedades se agotan en menos de dos horas.
¿Qué ha cambiado? Una estrategia basada en prescriptores con autoridad real, «finfluencers» que se han ganado la confianza de su comunidad tras años divulgando sobre finanzas e inversión. Además de contenido iterativo, análisis constante y una narrativa real, con personas físicas visitando inmuebles y mostrando el proceso desde dentro. «Humanizamos un producto que suele percibirse como frío y técnico. En lugar de renders o PDFs, mostramos a una persona que entra en la casa, explica la inversión y genera confianza», explica García.
Además, la agencia ha convertido el caso Equito en una campaña viva, con embajadoras como Celia Rubio documentando reformas y alquileres, y contenido amplificado en formatos como YouTube Shorts o TikTok para aumentar el alcance sin elevar el coste. «Hemos aprendido qué mensajes funcionan, qué formatos convierten y qué perfiles mantienen la recurrencia. Todo eso se traduce en resultados: más de 180.000 usuarios registrados y 3 millones de euros en propiedades financiadas en apenas un año».
Flake ha extrapolado ese modelo a otros sectores como brókers o proptechs, aunque reconoce que no todos los clientes están listos para dejarse asesorar. «Muchos quieren guiones cerrados y vídeos de un minuto donde se diga todo. Eso no funciona. La audiencia huye de los anuncios disfrazados. Si no aportas valor, el algoritmo te penaliza y el usuario te ignora».
Más allá del hype: rigor, transparencia y campañas con sentido
A diferencia de otras agencias, Flake ha construido su reputación diciendo «no» muchas veces: no trabaja con apuestas, ni cripto sin regulación, ni acepta campañas que crucen la línea del clickbait. Cada contenido se revisa para garantizar que no haya promesas de rentabilidad, exageraciones ni mensajes que incumplan la normativa, especialmente en un sector tan sensible como el financiero.
«El problema es que muchos ven el influencer marketing como una promo puntual. Nosotros trabajamos únicamente con marcas que entienden que esto va de largo plazo: construir confianza, testar mensajes y fidelizar audiencias», afirma García. De hecho, Flake ha conseguido reducir tarifas a cambio de compromisos de duración, para facilitar a los clientes una entrada sólida sin comprometer su rentabilidad.
La agencia también forma a su equipo de forma continuada. «Formamos de manera continua a todo el equipo en criterios de compliance y optimización de mensajes. No nos limitamos a revisar lo que nos llega: reescribimos guiones, proponemos mejoras y adaptamos el contenido para que sea fiel a la normativa, útil para la audiencia y eficaz en resultados».
Entre los errores más frecuentes que detectan en nuevos clientes están la ausencia de una estrategia a largo plazo, la elección de mensajes poco eficaces que no conectan con el nicho y el uso limitado del potencial creativo del influencer. «No siempre es culpa del influencer si algo no convierte. Muchas veces el problema está en lo que pasa después del clic. Y eso también lo auditamos».
En paralelo, Flake está explorando nuevos modelos como el de media por equity, donde el influencer promociona y, a su vez, invierte en el proyecto. «Es una señal de compromiso real. Si un creador pone dinero, es porque cree en la empresa. Lo vemos como una vía potente para startups que quieren ganar autoridad sin esperar años a construir canal propio», apunta.
